Poema IV
Vengo del puerto donde mis manos
hiceron el amor.
Vengo despacio atando pensamientos con estas piedras
donde mis manos hiceron el amor con otras manos
donde mis ojos hicieron el amor con otros ojos
donde mis piernas sujetaron el amor para no caer sin antes
levantarse de ese mar donde mis huesos hiceron el amor
con otros huesos.
Allá quedó la mistad exacta de mi sien
haciendo el amor con la mitad exacta de otra sien
que un día nació para encontrarla.
Vengo del puerto donde mis manos
hiceron el amor.
Vengo despacio atando pensamientos con estas piedras
donde mis manos hiceron el amor con otras manos
donde mis ojos hicieron el amor con otros ojos
donde mis piernas sujetaron el amor para no caer sin antes
levantarse de ese mar donde mis huesos hiceron el amor
con otros huesos.
Allá quedó la mistad exacta de mi sien
haciendo el amor con la mitad exacta de otra sien
que un día nació para encontrarla.
Allá detuve al tiempo pero aún era muy niño
para entender que los cabellos sólo hacen el amor
con otros cabellos y no con ellos mismos.
Vengo del puerto donde las manos que hicieron el amor
comienzan el fuego.
Karel Aleyei (Santiago de Cuba, 1975)
para entender que los cabellos sólo hacen el amor
con otros cabellos y no con ellos mismos.
Vengo del puerto donde las manos que hicieron el amor
comienzan el fuego.
Karel Aleyei (Santiago de Cuba, 1975)
Fuente: Poesía Cubana hoy.
Autores: VV.AA.
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