domingo, 28 de julio de 2013

Aprender a discernir para elegir bien -2-


   



Para optar por la vida, optar por la felicidad, hemos de seguir 5 actitudes básicas:



1. Trabajar equilibradamente sabiendo descansar: Saber trabajar equilibradamente es la capacidad de poder reponer fuerzas, de darnos descansos, para ello tenemos que alimentarnos a nivel físico, psíquico y espiritual. Tengo que preguntarme entonces, ¿se darme alimento y descanso a estos tres niveles?.


     2.Construir el amor: Hacer, construir el amor, poner todo de nuestra parte para edificarlo y defenderlo. Es una tarea agradable al corazón atraer el amor a nuestra vida y a nuestro entorno. Un amor que cuente con los demás, con la colectividad y que irradie vida. ¿eres capaz de “hacer-construir” amor?

    3.Ser abejas(metáfora): trabajadoras que extraen lo mejor de las flores y producen la miel. Los colibríes, otro insecto interesante, pues captan el mejor néctar de las flores.¿Soy capaz de vez lo positivo de las cosas? ¿soy capaz de sacar lo mejor de mi y de los demás?

     4. Capacidad de dialogar y perdonar: Dialogar es ponerse en los zapatos del otro, en la piel de otros, con el proyecto de encontrar “nuestra verdad”. Dentro de esta capacidad esta la capacidad de perdonar. 
     Perdonar es sacar la cólera que ha provocado la situación en mi, saber lo que verdaderamente ha sido dañado en mí  y haber establecido el aspecto positivo que el suceso puede ofrecerme. De esta forma cesara el deseo de venganza y veremos al “enemigo” de una nueva forma. Por último una experiencia de fe añade que perdonar es aprender a ver y querer a esa persona desde la perspectiva de cariño que Dios le tiene.

     5. Un buen nivel de autoestima: Este factor es el fundamento de todas las anteriores y del poder optar por la vida. La autoestima es esa vocesita, que constituye la conciencia. Los lugares de formación de esa vocecista son los primeros años en la familia, la escuela, los amigos, la iglesia y las ideas-falsa muchas veces-sobra la imagen de Dios.

      Indicadores de baja autoestima: La autocrítica rigurosa: ¿Me siento siempre mal conmigo mismo? Hipersensibilidad a la crítica:¿Me siento siempre atacado y tengo resentimiento? Indecisión crónica: ¿Tengo miedo exagerado a equivocarme? Deseo excesivo de complacer: ¿Puedo decir que no? Culpabilidad neurótica: ¿me condeno por conductas no siempre malas objetivamente? Hostilidad flotante:¿Me sienten de ordinario agresivo? Actitud supercrítica: ¿Me sienta mal, me disgusta, me decepciona, casi todo? Tendencias depresivas: ¿Me siento muchas veces deprimido?.

       Ídolos y fetiches que minan la autoestima
     
             -Imágenes manipulables de Dios o antihumanas son fuente de culpabilizaciones malsanas y de vivir la negatividad de la vida. Sin quererlo, muchas de las veces, se transmiten ideas de Dios dañinas como el dios que exige, el de los sacrificios, de la sangre, el dios del poder, del dinero, el dios perfeccionista, etc. Todos estos fetiches minan la autoestima personal.


         Hacia el saneamiento de nuestra autoestima: 

         Tenemos ante nosotros un trabajo de sanación de la autoestima, para ello, hemos de desarmar esas voces negativas, reemplazándolas por otras de corte positivo. Esto no cura, pero si aligera el camino.
           Por otro lado, necesitamos un conocimiento personal serio y un trabajo de saneamiento y curación de las heridas que hayan fomentado la baja autoestima. Y por supuesto, a niveles profundos se puede trabajar con un proceso de terapia.

         
   El próximo día continuamos con la última parte, donde nos sumergiremos en el arte de elegir bien!!

      

viernes, 19 de julio de 2013

Aprender a discernir para elegir bien -1-


Nos encontramos ante otro de los grandes aprendizajes vitales, que según Carlos Alemany, hemos de atender para caminar hacia el desarrollo vital de la persona. En este caso es El discernir bien.
Aprender a discernir para elegir bien.



Nuestra vida está marcada por decisiones, las decisiones que tomamos en nuestra vida nos hace, nos configura, pues ellas, nos dice lo que somos, lo que queremos llegar a ser, la ilusión que generamos, etc. Buenas y malas decisiones nos configuran, ¿no te has preguntado porque muchas veces tomamos malas decisiones?  De todo esto y más nos habla el autor, Carlos Rafael Cabarrús en este artículo.

Pues sin más, nos introducimos en el mundo de las elecciones, todo ello desde las reflexiones que resumo de Carlos R. Cabarrús.
 Carlos Rafael Cabarrús s.j. (Guatemala, 1946) Es antropólogo y actual Vicerrector de Integración Universitaria de la Universidad Rafael Landívar, en Guatemala. Fue durante mucho tiempo maestro de novicios jesuitas, donde obtuvo la experiencia psico-espiritual que lo llevó a la preocupación por la metodología del discernimiento cristiano. Es autor de numerosos títulos sobre espiritualidad y antropología.



Tomar decisiones implica saber los verdaderos motivos que nos mueve a ella, no confundir razones con ideales. Discernir es aclarar mi mente, aclarar mis motivaciones, discernir sobre ello, pues hay muchos factores en juego en una elección. Discernir conlleva tomar una decisión, elegir. Discernir implica tomar unas técnicas y unas actitudes humanas de discernimiento (actitud de escoger lo positivo, la felicidad, la vida).
La conciencia: Todos buscamos la felicidad y la conciencia es el gran patrón para discernir. Nuestra conciencia, voz, necesita unos criterios para poder actuar, son los valores. Que se informa con datos científicos, conocimientos de situaciones y relaciones. Seguiremos las voz de la conciencia positiva (no las negativas o compulsivas). Primer punto clave: La voz de la conciencia reconoce la propia valía y sabe aceptar las responsabilidades e integrar la culpabilidad sana.
Los valores: La felicidad es la vida y la vida es la suma de valores. Los valores son las cosas positivas. Nos referimos a los valores humanos universales, a los que tiene que ver con la vida individual y colectiva.
La experiencia del mal:  al mal nos referimos a optar en libertad por los contravalores, la negación de la vida y de la vida de los demás. Como seres libres debemos formarnos humanamente para así poder discernir lúcidamente y escoger la vida, frente a los impulsos de muerte en nuestro interior y en la sociedad.
(continúa)
En la próxima publicación veremos que para optar por la vida, para optar por nuestra felicidad, (para tomar decisiones correctas), hemos de cultivar diversas actitudes básicas, actitudes imprescindibles.
 Seguiremos reflexionando gracias a Carlos Cabarrús.
Sacado de: 14 Aprendizajes vitales,VV.AA. Editado por Carlos Alemany, Serendity, Desclée.

jueves, 11 de julio de 2013

¡El arte de aprender a desaprender!

                    

                      Estamos en un escenario vital donde el cambio está a la orden del día, nuevas informaciones, conocimientos, ideas, experiencias, nos hace re-situarnos y ver una “nueva” o si acaso más cercana realidad. Es necesario pues aprender a desaprender si queremos adaptarnos, evolucionar, crecer y abrirnos adecuadamente a la realidad.
Aprender a desaprender implica dar despedida a esas pequeñas verdades caducas que nos han servido en determinado momento en nuestro pasado, pero cuidado, “no debe llevarnos nunca a una relativización universal”. Por otro lado, definimos verdad como aquello que verdaderamente apuesta por lo humano, la vocación humana, el desarrollo humanizador (en un contexto social y pluridimensional).

¡Qué difícil es desechar aprendizajes!

                              Sin duda nos cuesta desechar nuestros aprendizajes: ideas, emociones, informaciones, interprestaciones, conductar, etc. Según José A. García-Morge la dificultad radica en cinco puntos:

1                                                   1.  El peso significativo de las personas que nos los legaron
.
2                         2. Los beneficios primarios o secundarios (menos conscientes) experienciados en el ejercicio, frecuentemente manipulativo, de esas conductas aprendidas.

3                          3. Las emociones que se estructuraron en nosotros con su aprehensión.

4                           4. Los refuerzos que permitieron su consistencia y constancia.

5                            5.  La pertenencia que obtuvimos, por integración, en grupos o culturas que nos permitían identificarnos y tener seguridades básicas.

¡Qué difícil es desaprender!

                   Aprender a desaprender implica una decisión, supone un cambio, supone “un maduro intercambio con la realidad de dentro y fuera de nuestra persona”. Implica romper con nuestros dogmatismos, implica romper con el miedo al perder, miedo a perder poder.

Factores, fichas en juego en el tema de aprender a desaprender

-Formas de procesar los conocimientos:

-Internalización: el mensaje se adhiere a nuestro sistema personal de saberes, valores y creencias. Como si de un maestro en artes marciales se tratase, deshacerse de ese que nos lo enseñó se cierne como un gran problema.
-Introyectos: el mensaje, información, interpretación, se ha instalado en nosotros sin saber porque, hablamos en boca de otros (medios de comunicación, baja auto-estima, etc.)

-Afectividad y desaprendizaje: “Mis saberes, conocimientos, interpretación y valoración de datos, dependerán de la necesidad afectivo relacional que lo sustenta”. Mi conocimiento se siente unido a connotaciones afectivas derivadas de lo personal (familia, maestro,etc.) y grupales (partidos políticos, comunidades, asociaciones,etc.)
-Contactar con la experiencia: Contactar con lo auténtico de cada uno, contactar con lo concreto y real, apertura al conocimiento, etc.



REFLEXIÓN PERSONAL

                      El tema de Aprender a desaprender deja abiertas muchas tareas para cada uno de nosotros, tareas que hemos de trabajar y ordenar. Nos encontramos con un trabajo personal y muy rico para cada uno de nuestros lectores. José Antonio nos anima atrabajar en post de desaprender: “¿He sido valiente, capaz y lúcido para desaprender, en contacto sano con mi propia experiencia, y, en diálogo abierto con la realidad y su horizonte provocativo, utópico y,a la vez, dimensionador de nuestros conocimientos en la construcción humanidad de la historia y de esa misma realidad?

Desaprender implica romper con esas personas, con esas entidades sociedades (¿políticos?) que nos dieron sustento en un determinado momento pero que ahora queda atrás en post de seguir creciendo cada uno de nosotros en libertad, en responsabilidad, en una mejor visión de la realidad y la vida.
¿Te atreves a desaprender y situarte en nuevo lugar, a dar cabida un nuevo posicionamiento vital?


Un saludo.


Fuentes: 

Sacado del libro de Carlos Alemany (Editor) titulado 14 aprendizajes vitales. Editorial Desclée.

Aprender a desaprender escrito por José A. García-Monge.

Aprender a desprender en la web: 

Cuando vamos a las distintas páginas web nos encontramos aprender a desaprender dentro del ámbito empresarial, del cambio personal,etc. Aquí tenemos algunos ejemplos:







lunes, 1 de julio de 2013

Morir despacio







Al entrar al ático de Víctor Barroso, a Monroy lo embargó esa sensación de pornógrafo aficionado que solía experimentar cuando husmeaba en asuntos ajenos, como si se metiera de pronto en una cama ajena sin cambiar las sábanas y notase, con repugnancia, el calor, el olor, la postura del otro.
(…)
Monroy supuso que sería la zona más jugosa así que decidió comenzar por el dormitorio. La alcoba era lo más barato que se puede encontrar en Ikea: una cama de pino grande y baja; un ropero que ocultaba una de las paredes y un sinfonier que hacía a veces de  cómoda…Tomo asiento al borde de la cama y leyó los títulos: Las benévolas de Litell y los Ensayos de Motaigne”.


Morir despacio es el tercer ramalazo artístico que hace el escritor Gran Canario a la novela negra.En esta tercera aventura Monroy  investiga el más que dudoso suicidio de un personaje, el que se nos va descubriendo poco a poco, su entorno, familia, y como no, el intrincado de relaciones del que de una u otra manera a veces formamos parte todos los que vivimos en la hermosa Las Palmas.

Esta es la primera novela del exitoso escritor canario, Alexis Ravelo, que disfruto de su lectura, y surge del contexto del club de lectura que existe desde hace dos años en el instituto donde trabajo: IES En las Palmas de Gran Canaria, nuevo instituto que surge de la fusión entre el IES Tomás Morales y el IES Santa Teresa de Jesús. Tuvimos la oportunidad  de contar con la presencia de Alexis Ravelo y de comentar su novela.

Desde esta plataforma animamos, como no, a su lectura, y a experimentar esos ramalazo artísticos que derivan de la novela negra y de sus alrededores, todo situado en las calles de la emblemática ciudad de las Palmas.



¡PALABRAS!

“Palabras para cantar. Palabras para reír. Palabras para llorar. Palabras para vivir. Palabras para gritar. Palabras para morir”
J.A. Labordeta.