miércoles, 28 de abril de 2010

Reflexiones en torno a la palabra "Adiós"


"En muchas personas existe la incapacidad de soltar el pasado, vivir el presente y abrirnos al futuro. El resentimiento suele ser un síntoma alarmante de que no hemos soltado el pasado. Liberarnos del resentimiento es decir adiós a un dolor y a una pequeña venganza que nos legitimaba como víctimas y que permitía la expresión de una agresividad. Vivir el presente es haber dicho adiós al pasado, es saber que hoy es el primer día del resto de nuestro días. Es al capacidad de estar unificadamente como respuesta a aquello que nos estimula. Eric Berne solía preguntar a sus pacientes “¿dónde esta tu mente mientras tu cuerpo esta aquí?” Nuestro cuerpo es la pedagogía del presente. Nuestra mente puede vagar en nostalgias pasadas en anticipaciones del futuro y evitar el contacto real con aquello que nos constituye en el aquí y el ahora. En este contacto y en su adecuado manejo se esta jugando nuestro futuro, se está realizando nuestra persona total. Abrirnos al futuro es, como decía, haber hecho un hueco dejando aspectos de nuestra vida caducos y, de una menara realista y coherente, fiel a la salud de nuestro guión vital, poder acoger situaciones nuevas integrándolas en nuestra biografía existencial".


Fuente: Treinta palabras para la madurez de José Antonio García


Mi reflexiones:

La semana pasada me leí la reflexiones en torno a la palabra Adiós. Es la primera palabra que aparece en el libro para ser analizada. ¿por qué?. Si bien ahora mismo no puedo llegar a una conclusión cierta, si creo que es una de las palabras más utilizadas y más dolorosas (a veces) con que nos encontramos.

Decir adiós no es fácil y más si es alguna persona que queremos, o un pasado del que no queremos renunciar. Más adelante nos habla del dolor, añoranza, frustración, etc. Que nos produce muchas veces hacerlo.

Pero la vida es muy bonita, y hay que decir ¡adiós! para poder decir nuevamente ¡hola!, y es que es el hoy el que configurará nuestro futuro: ahora amigos nos estamos jugando nuestra felicidad y nuestro desarrollo como personas, por eso, si tenemos que decir algún adiós para seguir avanzando: ¡hagámoslo!.


domingo, 18 de abril de 2010

La santa sin nombre

Hubo en otros tiempos una joven que trabajaba como sirvienta en una granja, no se sabe muy bien dónde…
Por otra parte, esa joven parecía tan insignificante que para llamarla sólo le decían: ¡oh!, ¡Eh, tú! o ¡tú pequeña!. Habían olvidado completamente su nombre, y ni siquiera ella misma se acordaba.

Sin embargo, después de su muerte, cuando esa joven llegó al paraíso, cuál no fue su sorpresa al comprobar que la conducían ante lo más grandes santos del cielo.
Sí, pues la joven había vivido de tal manera, tan discreta y poco destacada había sido su vida, que sin darse cuenta había alcanzado-y quizá precisamente a causa de esto- el más puro estado de santidad. Y si, para colmo de la ignorancia, ella estaba sorprendida e incómoda, para los demás santos también resultaba muy embarazoso, pues todos sabían que, al no tener un nombre propio, esa nueva santa nunca podría recibir plegarias particulares ni votos que le fueran especialmente dedicados.

De entrada, los santos más generosos le propusieron compartir los suyos, aunque ella se negó adecuadamente diciendo que hasta ahora había podido vivir sin ello y que podía seguir haciéndolo…Entonces se oyó la decisión divina. El señor sentenció:

-A la nueva santa sin nombre irán todas las plegarias sin nombre.

Y desde aquel día es esta santa, de la que no sabemos nada, quien recibe en el cielo el mayor número de plegarias. Pues hacia ella ella se elevan todos los impulsos de nuestro corazón cada vez que, si ni siquiera darnos cuenta, sentimos inclinación hacia el bien o un deseo confuso de hacer que el mundo sea mejor.

Dicen que cada sonrisa, cada lágrima de nuestras más puras emociones son recogidas u bendecidas por la santa sin nombre.


Fuente: Cuentos cristianos de Laureano Benítez.

Reflexiones:


Gente sin nombre, artistas desconocidos, historias esperando ser rescatadas del olvido, esperando ser descubiertas. El cuento, La santa sin nombre, habla de todos ellos.
Recuerdo mi tia-abuela, falleció después de vivir entre tres siglos, XIX-XXI, una mujer tranquila, que ayudaba en lo que se le mandaba. Cuidó de mi y de mis hermanos cuando mi padres no estaban en casa y cuando ellos estaban en casa también. La recuerdo en distintos momentos, cuando me decía que yo era el quijote, cuando la iba a ver y me cogia los pelos de broma, cuando partía las almendras en el campo, cuando estaba con ella durmiendo en el hospital pues se había fracturado la cadera sana, cuando ella se ponía hacer cosas fuera de lo que podía hacer, etc.
Todos son recuerdos de una persona que paso desapercibida por la vida, nunca tuvo novio conocido, ni hijos, ni una historia digna de sobresalir, pero tiene y tendra siempre mi recuerdo y de la gente que la quisimos y la queremos. Un beso eterno desde aquí santa sin nombre.

Posdata: Gracias padre por haberla cuidado, no hay agradecimiento que gratifique todo lo que has hecho por ella.


miércoles, 7 de abril de 2010

Una mañana en un Jueves Santo



Calle de Triana-Las Palmas



La semana pasada fue especial, como siempre que tengo tiempo libre descubro nuevas cosas, la vida se encapricha en abrir nuevas puertas de cachitos de felicidad y de casualidades serendipitescas. El Jueves santo fue el día, tocaba como de costumbre un día (como mínimo) a la librería de turno, y va, ¡cerrada!. Pues es normal, Jueves santo, algunas tiendas abren otras no, pues esta vez decidí irme a una de esas librerías de toda la vida, de esas pequeñas, de esas que se trabaja porque no queda otra, no hay vacaciones cuando se es pequeño, cuando la responsabilidad es mucha,.... Adelante tocaba comprar un libro, mejor dicho libros, en una librería no habitual, y no pude resistirme a la tentación (y eso que tengo muchos libros que leer y otras ocupaciones como de costumbre), y compré tres libros, La esperada continuación de perdona si te llamo amor de Federico Moccia, llamado como todos saben “Perdona pero quiero casarme contigo”. Por otro lado, me compre un libro de cuentos del continente africano y por último otro librito, que si me permiten ya mencionare en otro momento cuando empiece a leerlo, solo adelanto que es una adaptación de un clásico de la literatura a la actualidad, en pleno siglo XXI, clásico que me encantó y me encanta pues leo de vez en cuando. Encontrarme este último libro fue todo un acontecimiento, es algo sin duda serendepitesco y una alegría que me embriagó de pies a cabeza.
Pues nada, ya tengo nuevos libros que leer, nuevas citas que tendré que comentar, nuevas cosas que compartir. Seguiré ahora con lo romántico, pues me intriga saber que ocurre con Niki y Alex, ¿qué se le habrá ocurrido a Moccia esta vez? Por cierto, vi la película del Perdona si te llamo amor. Me arriesgué, me decidí, es una película que a mi edad no me dice nada o poco, pero no deja de ser para espectadores de determinada edad algo muy romántico y bonito, etc. Definitivamente me quedo con el libro. Pero si eres romántico o romántica, tienes unos 12 a 22 años aproximadamente y quiere soñar un poco, adelante, disfrutalo-a.

viernes, 2 de abril de 2010

Posdata: ¡Atrévete a amar otra vez!


Foto de Galway (Irlanda)
Querida Holly:
No sé dónde estarás ni en qué momento exacto vas a leer esto. Sólo espero que mi carta te haya encontrado sana y salva. No hace mucho me susurraste que no podrías seguir adelante sola, y quiero decirte que sí puedes, Holly.
Eres fuerte y valiente y podrás superar este trance.
Hemos compartido algunos momentos preciosos y has hecho que mi vida…Has sido mi vida. No tengo nada de lo que arrepentirme. Pero yo sólo soy un capítulo de tu vida, y habrá muchos más. Conserva nuestros maravillosos recuerdos. Conserva nuestros maravillosos recuerdos, pero, por favor, no tengas miedo de crear otros distintos.
Gracias por hacerme el honor de ser mi esposa. Por todo, te quedo eternamente agradecido.
Quiero que sepas que siempre que me necesites estaré contigo.
Te querré siempre.
Tu marido y mejor amigo.


Gerry.

Cita desde Posdata: Te amo De Cecelia Ahern



Reflexión:
Terminado de leer el libro, Posdata: Te amo, me quedo con muchos momentos, muchos sentimientos, etc. La verdad es que la temática del libro es tristona, pero cada libro con su riqueza, y con eso me quedo, con su riqueza:

1. La vida es algo digno de ser vivido, hay etapas en esa vida dolorosas, en las que no vemos salida, pero en que la vida continua, en familia, amigos, etc. que necesitan de nuestra escucha, etc. Atrevernos a superar los dolores y apegos que tenemos (que a veces nos apartan de los demás, de esas personas que realmente nos quieren en los momentos de dureza) para rehacer nuestra vida y vivir (con el tiempo, cada dolor requiere un tiempo para ser curado) con plenitud sabiendo que te va a dar nuevas oportunidades (“no tengas miedo de crear otros distintos”). En la medida es que este proceso se de, más felices seremos.
2. La vida no es nuestro ombligo, por muy mal que estemos, hay personas que están peor que nosotros (ya, ya pero lo mío es duro, tengo muchas dudas, sí también) pero hay otras personas que no tienen ninguna familia a la que recurrir, otras que no tienen amigos a los que llamar, y otros, que en silencio mueren, gente anónima de las cuales ni conocemos.
3. Por último, como dice en una parte del libro también, con respecto al amor, cuando se pierde uno, cuando pierdes al que consideras tu alma gemela, te encuentras muy mal, ¿pero no has pensado en aquellas personas que ni siguieran tienen pareja? ¿no has pensado en aquellas personas que no han encontrado en su vida un alma gemela o una persona con la que ha sintonizado de una manera especial?.



Posdata: Lo dicho ¡Atrévete a amar otra vez! Recuerda: "Apunta a la Luna y tal vez toques alguna estrella"


Joanimiko


¡PALABRAS!

“Palabras para cantar. Palabras para reír. Palabras para llorar. Palabras para vivir. Palabras para gritar. Palabras para morir”
J.A. Labordeta.