viernes, 13 de agosto de 2010

Es el amor..., por Arminda Almeida


ES EL AMOR…

Es el amor una lágrima, una caricia, un beso, es una mirada, una sonrisa o simplemente el silencio. Amor es mucho más que simples palabras que dicen mucho pero valen nada. Son gestos, obras, hechos. Amar es compartir temores y esperanzas, alegrías y malos ratos.

El amor lo puede todo, no entiende de tiempos ni de razones. El amor no espera, desespera pues, a veces deseoso de hacerse presente no puede, algo lo ata, lo sostiene lo limita, pero el amor no tiene fronteras.

Amamos cuando dejamos de mirarnos a nosotros mismos para mirar al otro, para mirar juntos el futuro. Cuando deseamos lo mejor para la otra persona, la protegemos, la apoyamos. Y es que el amor si no nos hace ser mejores no es amor. Debe llevarnos a la libertad. Debemos sentirnos libres junto a la persona a la que amamos. Debe conducir a la alegría, a la risa, nunca a la tristeza ni a la desdicha. Pues los sentimientos, inclusive el amor, son la mayor riqueza que poseemos las personas. Con ellos expresamos lo más íntimo de nosotros mismos. Pero si no son educados en la forma correcta pueden perjudicar nuestras relaciones con los demás, e incluso hacerlas dolorosas. Por ello hemos de ser cuidadosos, y no jugar con los sentimientos propios ni con los de los demás, hacerlo sería un signo de egoísmo e inmadurez. Puede verse el amor como un cuento en el que los protagonistas siempre son los otros, nunca el papel que tú juegas es el principal. Los papeles principales a ti sólo te los dan en otro tipo de representaciones, y si por casualidad son amorosas, son también de carácter dramático. Podríamos llegar a pensar que somos malos actores o malas actrices, que ese tipo de obras no las sabemos interpretar. Podremos aborrecer el amor y no luchar para, alguna vez, poder conseguir el papel principal en uno de esos cuentos, o bien podemos adoptar una mentalidad de superación y de lucha. ¿Y porqué no pensamos que hoy son ellos los protagonistas, pero mañana podrías ser tú?, eres buena actriz o buen actor, y podrían elegirte fácilmente para representar el papel principal.

El rival más fuerte con el que los actores y actrices, sobretodo los veteranos/as, se encuentran es el orgullo al que tienen que mantener callado, impedir que hable para que la obra pueda ser representada con éxito. Por lo demás en el amor lo que cuenta es la espontaneidad, no es válido imitar a otros. Decir también para aquellos que hayan decidido abandonar su carrera por creerse malos en este género artístico que en este mundo no hay ni buenos ni malos, basta con abrir un poco las puertas del corazón, aceptar que todos actuamos en un mismo escenario, la vida, concienciarnos de que cada uno de nosotros en imprescindible, y que a cada uno se nos a dado un guión ¿podemos cambiarlo?

NO DESESPEREIS ANTE LA POSIBLE ESPERA DE VUESTRO PAPEL PRINCIPAL.

Arminda Almeida Santana








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“Palabras para cantar. Palabras para reír. Palabras para llorar. Palabras para vivir. Palabras para gritar. Palabras para morir”
J.A. Labordeta.