Estamos en un escenario vital donde el cambio está a la orden del día, nuevas informaciones,
conocimientos, ideas, experiencias, nos hace re-situarnos y ver una “nueva” o si
acaso más cercana realidad. Es necesario pues aprender a desaprender si
queremos adaptarnos, evolucionar, crecer
y abrirnos adecuadamente a la realidad.
Aprender a desaprender implica dar despedida a esas pequeñas verdades caducas que nos han servido en
determinado momento en nuestro pasado, pero cuidado, “no debe llevarnos
nunca a una relativización universal”. Por otro lado, definimos verdad como
aquello que verdaderamente apuesta por
lo humano, la vocación humana, el desarrollo humanizador (en un contexto
social y pluridimensional).
¡Qué difícil es desechar aprendizajes!
Sin duda nos cuesta desechar nuestros aprendizajes: ideas,
emociones, informaciones, interprestaciones, conductar, etc. Según José A.
García-Morge la dificultad radica en cinco puntos:
1 1. El peso significativo de las personas que nos
los legaron
.
2 2. Los beneficios primarios o secundarios (menos
conscientes) experienciados en el ejercicio, frecuentemente manipulativo, de
esas conductas aprendidas.
3 3. Las emociones que se estructuraron en nosotros
con su aprehensión.
4 4. Los refuerzos que permitieron su consistencia y
constancia.
5 5. La pertenencia que obtuvimos, por integración,
en grupos o culturas que nos permitían identificarnos y tener seguridades
básicas.
¡Qué difícil es desaprender!
Aprender a desaprender implica una decisión, supone un
cambio, supone “un maduro intercambio con la realidad de dentro y fuera de
nuestra persona”. Implica romper con nuestros dogmatismos, implica romper con
el miedo al perder, miedo a perder poder.
Factores, fichas en juego en el tema de aprender a
desaprender
-Formas de procesar los conocimientos:
-Internalización: el mensaje se
adhiere a nuestro sistema personal de saberes, valores y creencias. Como si de
un maestro en artes marciales se tratase, deshacerse de ese que nos lo enseñó
se cierne como un gran problema.
-Introyectos: el mensaje, información,
interpretación, se ha instalado en nosotros sin saber porque, hablamos en boca
de otros (medios de comunicación, baja auto-estima, etc.)
-Afectividad y desaprendizaje: “Mis saberes, conocimientos,
interpretación y valoración de datos, dependerán de la necesidad afectivo
relacional que lo sustenta”. Mi conocimiento se siente unido a connotaciones
afectivas derivadas de lo personal (familia, maestro,etc.) y grupales (partidos
políticos, comunidades, asociaciones,etc.)
-Contactar con la experiencia: Contactar con lo auténtico de
cada uno, contactar con lo concreto y real, apertura al conocimiento, etc.
REFLEXIÓN PERSONAL
El tema de Aprender a desaprender deja abiertas muchas
tareas para cada uno de nosotros, tareas que hemos de trabajar y ordenar. Nos
encontramos con un trabajo personal y muy rico para cada uno de nuestros
lectores. José Antonio nos anima atrabajar en post de desaprender: “¿He sido
valiente, capaz y lúcido para desaprender, en contacto sano con mi propia
experiencia, y, en diálogo abierto con la realidad y su horizonte provocativo,
utópico y,a la vez, dimensionador de nuestros conocimientos en la construcción humanidad
de la historia y de esa misma realidad?”
Desaprender implica romper con esas personas, con esas entidades
sociedades (¿políticos?) que nos dieron sustento en un determinado momento pero
que ahora queda atrás en post de seguir creciendo cada uno de nosotros en
libertad, en responsabilidad, en una mejor visión de la realidad y la vida.
¿Te atreves a desaprender y situarte en nuevo lugar, a dar
cabida un nuevo posicionamiento vital?
Un saludo.
Fuentes:
Sacado del libro de Carlos Alemany (Editor) titulado 14 aprendizajes vitales. Editorial Desclée.
Aprender a desaprender escrito por José A. García-Monge.
Aprender a desprender en la web:
Cuando vamos a las distintas páginas web nos encontramos aprender a desaprender dentro del ámbito empresarial, del cambio personal,etc. Aquí tenemos algunos ejemplos:
1 comentario:
Un gusto encontrar este blog. Saludos.
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